¿Sabías que puedes subir con tu perro en el Telesilla Los Lagos de Astún? ¡Además, es muy fácil!
Tu amigo peludo ni siquiera va a necesitar un billete para él; ¡nos gustan tanto que viajan gratis!
Lo único que tienes que tener en cuenta es que, según lo movido que sea tu perro o mascota, puede que necesites un transportín o algún otro sistema de seguridad que tendrás que traer contigo.
Así que, ahora que os hemos dado la gran noticia, vamos a repasar algunos consejos para que
disfrutéis juntos de vuestra estancia en Astún.
1. Los perros están prohibidos en el Parque Nacional de los Pirineos
Si tenías previsto cruzar a Francia en tu ruta con perro por Astún, tenemos que darte una mala noticia: la frontera francesa que linda con Astún, forma parte del Parque Nacional de los Pirineos, en el que los perros están totalmente prohibidos, incluso aunque vayan atados.
Pero no te preocupes, existen infinidad de rutas en Astún que no requieren cruzar la frontera y son igualmente bonitas. ¡Vais a disfrutar un montón!
2. Lleva suficiente agua y comida
Aunque Astún suena con una buena cantidad de ibones y, seguramente, tu perro no podrá resistir la tentación de acercarse a ellos y catar las frescas aguas glaciares del Pirineo, la sed puede sorprender a tu amigo en cualquier lugar.
Recuerda que es verano y algunos perros, especialmente aquellos menos acostumbrados a la montaña o que tienen una capa de pelo muy gruesa, son propensos a sufrir golpes de calor, algo que puede resultar fatal para tu mascota.
Lo mejor es que calcules el agua que necesitaréis para los dos y que no olvides llevar un recipiente ligero en el que pueda beber.
Con respecto a la comida, aunque recomendamos que lleves algo de su comida habitual para que pueda reponer fuerzas, procura dársela cuando la caminata haya terminado; así evitarás problemas estomacales como la torsión de estómago, que puede darse en perros grandes al hacer ejercicio intenso después de comer.
3. Mejor con correa
Sabemos que tienes muchas ganas de dejar que tu mejor amigo corretee libremente por el monte, pero nos gustaría que reflexionaras sobre algunos puntos:
Por muy educado que esté un perro, no deja de ser un animal, normalmente con un alto grado de instinto, algo que nadie puede controlar.
Es posible que, durante vuestra caminata, os encontréis con otros visitantes, más perros , algún rebaño o, si tenéis suerte, marmotas y otros “habitantes” del lugar.
La presencia de cualquiera de ellos puede hacer que tu perro salga disparado, provocando situaciones que pueden ir desde una anécdota hasta un buen susto.
Por eso, te pedimos que tu perro vaya atado durante la caminata y te recomendamos escoger una correa más larga de lo habitual para que tu amigo pueda explayarse. ¡Incluso hay algunas que puede atarte a la cintura para tener las manos libres!
4. Recoge sus restos ¡y los tuyos!
“Deja la montaña como la encontraste al llegar” debería ser la máxima de cualquier montañero.
Por eso, además de, por supuesto, no dejar ningún tipo de basura o resto, ya sea orgánico o no, hazte cargo de los “asuntos” de tu mascota y lleva contigo unas bolsitas de plástico con las que poder recogerlos y llevarlos hasta una papelera o contenedor.
Y si te da por pensar en los típicos clichés como “esto es abono para el monte”, te ponemos como ejemplo que una simple cáscara de plátano tarda dos años en descomponerse…aunque es mucho más probable que cualquier bicho se la acabe comiendo antes, alterando su alimentación ¡y no queremos eso!
5. Cuidado con sus almohadillas
Algunos perros pueden sufrir heridas en las almohadillas, sobretodo si no están demasiado acostumbrados a caminar o si el terreno es muy duro o pedregoso.
Por eso, nunca está de más llevar un antiséptico en spray para heridas o quemaduras e, incluso, unos calcetines de trekking para perros, si tu perro es especialmente propenso a sufrir estadolencia.
